NI CON PELLIZCOS SE PODRÁ CASTIGAR A LOS HIJOS

Una bofetada, patada o incluso un pellizco, no pueden ser una forma de corregir a los hijos por sus faltas o errores. Así lo determinó la Corte Suprema de Justicia al explicar los límites que tienen los padres para corregir o reprender a sus hijos.

La Corte advirtió que las correcciones a los hijos deben estar basadas en sanciones que contribuyan a su formación y que no atenten contra sus Derechos Humanos.

“La autorización para sancionar no comprende aquel castigo que causa daño corporal o psicológico al hijo por su incorrección”, sostuvo el alto tribunal.

Así mismo, la Corte estableció que los padres pueden usar el diálogo y fijar normas de conducta que lleguen a la corrección del error.

“Imposición de medidas que sin comprometer sus derechos fundamentales ayuden a su desarrollo en todos los aspectos de su formación personal, intelectual, moral, social y familiar”, señaló el fallo.

La Corte recordó además una serie de leyes que protegen a los niños, como la Convención sobre los Derechos del Niño, que los protege contra toda forma de abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual.