LA TÍA MÁS QUERIDA DE LOS NORTESANTANDEREANOS
La Tía Tina llegó a La voz del Norte a llenarnos de sonrisas, esta paisa nacida en San Pedro de los Milagros, un rinconcito del departamento de Antioquia, se encuentra en la ciudad de Cúcuta desde principios de este año. Se caracteriza por ser una mujer carismática, alegre y llena de vida a pesar de tener 60 años y en ocasiones 59 para llamar la atención de algunos jovencitos.
.
Nuestra picara humorista se encarga de alegrar a todos nuestros seguidores; con su baja estatura, sus sacos extravagantes, vestidos coloridos, labios rojos y voz aguda, la hacen sobresalir en los lugares que visita de la ciudad. Con su espontanea forma de ser y jocosos comentarios llama por completo la atención de todo aquel que la escucha hablar, causando curiosidad entre ellos.
.
Sus compañeros de trabajo y todo aquel que entra a La Voz del Norte no puede salir sin que tía Tina les cause una sonrisa, pues con sus chistes y coquetos cumplidos sonroja a más uno de sus “admiradores”.
.
Para la emisora es un placer tener a Tía Tina como integrante, con sus ocurrencias hace que los días sean más gratos y siempre nos da gusto de escuchar sus graciosas historias de su sobrino Ángelo, el consentido para ella, tanto así que nos contó su mejor anécdota y fue la vez que lo encontró sembrando una peculiar planta; sin saber ella que era agarró unas hojas de la siembra y se preparó un agua aromática, pensando que podía ser moringa, cuando de repente sus ojos se tornaron rojos, le dio una risa escandaloza y poco casual, buscó de inmediato a su sobrino para hacerle el reclamo, sin embargo la imparable reacción le impidió ni siquiera hablar, “desde ese día nunca más en la vida, volví a dejar a ese vergajo ni asomar al solar” indicó Tina.
.
Espera continuar divirtiendo e informando a todos nuestros oyentes y seguidores de las distintas plataformas digitales de La Voz del Norte con sus bromas y notas informativas, pues afirma que es su pasión y espera cumplir el resto de sus rejuvenecidos años en este medio, el cual considera su segundo hogar. Y como diría tía Tina “espero alegrar a los que nos siguen y a los que no, pues ni modo, no los puedo alegrar”.