INICIO IMPLEMENTACIÓN DE «CRE-SER» ESTRATEGIA PARA NIÑOS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO
Brindar herramientas y recursos emocionales que favorezcan la autoestima, el reconocimiento y empoderamiento de los niños y niñas víctimas del conflicto armado, es uno de los objetivos de la estrategia psicosocial que implementa la Unidad para las Víctimas con este sector de la población en la ciudad de Cúcuta, a través de la estrategia «Cre-ser».
La directora territorial de la entidad, Alicia María Rojas Pérez, explicó que el programa se desarrolló en una primera fase con encuentros virtuales que permitieron abordar cuatro temas de gran importancia con estrategias educativas y emocionales acordes a la realidad social de los menores: “Fueron encuentros enmarcados en que los niños conocieran la construcción de la noción de ciudadanía (CRE- SER JUNTOS), identificaran cuáles son sus derechos, pero también sus deberes (CRE- SER EN MIS DERECHOS), construyeran el mapa de sus emociones con sus historias (CRE- SER EN MIS EMOCIONES) y finalmente las metas que se plantean desde ya (CRE- SER HACIA MIS METAS)”.
Rojas Pérez recordó que esta población infantil se encuentra en el Registro Único de Víctimas, lo que les permitirá, al cumplir su mayoría de edad, recibir su indemnización a través del encargo fiduciario al que actualmente tienen derecho como niños víctimas del conflicto armado.
“También les estamos brindando herramientas que les ayuden a reconocer y prevenir posibles violencias en sus contextos familiares, escolares y sociales. El objetivo es aportar a que estas nuevas generaciones sean agentes de cambio, desarrollo y transformación social que generen acciones de superación y empoderamiento de sus saberes como ciudadanos de bien”, agregó la funcionaria.
Aclaró que, para la implementación virtual del programa, la Unidad para las Víctimas aportó recursos económicos para generar cobertura tecnológica a los pequeños beneficiados y facilitar el proceso de formación, “además, les entregamos los útiles escolares necesarios para la elaboración de las actividades y complemento nutricional”.
Madres y niños beneficiados
Pedro* es uno de los 20 menores de edad que participó de este proceso. El autismo no fue impedimento para que sobresaliera en la implementación de la estrategia y se convirtiera en uno de los niños más destacados.
Su abuela, María*, resaltó el esfuerzo de su nieto y la metodología implementada por el personal humano y profesional de la entidad y, a su vez, destacó los resultados obtenidos por Pedro en los temas abordados: “Ha tenido problemas de aprendizaje, le diagnosticaron nivel II de autismo, pero para mí es normal, lo veo normal”, señaló la familiar.
Finalmente, agradeció la oportunidad y el proceso de formación que fortaleció en su nieto la capacidad de retener información y generar conocimiento sobre sus derechos y el papel que tiene dentro de la sociedad.
*Nombres cambiados por solicitud de las víctimas.