CUATRO PEAJES TENDRÍA LA VÍA BUCARAMANGA – PAMPLONA
Para desviar el tráfico pesado que viene del interior de Colombia con destino a Norte de Santander, se pensó en una variante que evitaría el ingreso de estos vehículos a Bucaramanga, en un desvío por Floridablanca. La idea de la Conectante C1-C2 es que también sea una opción para el tráfico pesado que ingresa por el Norte de Bucaramanga, desde la Costa, con destino a la frontera oriente del país.
Así las cosas, estos vehículos evitarían pasar por vías de zonas residenciales como la Avenida Quebrada Seca y la calle principal de Morrorico y en su reemplazo, la ruta pasaría por el Anillo Vial hasta llegar a la Conectante.
De acuerdo con Juan Carlos González Rojas, director del proyecto Autovía Pamplona, la obra lo que hará es descongestionar la Autopista Floridablanca–Bucaramanga y mitigar la contaminación que generan estos vehículos en el área metropolitana.
Con el proyecto de la Autovía a Pamplona está contemplada la construcción de dos nuevos peajes. La primera caseta de pago, “Villa Joseia” estará ubicada antes de la entrada al municipio de Tona.
El segundo nuevo punto de cobro se construirá en Mutiscua, después de la entrada a este municipio de Norte de Santander. Los dos peajes tendrán un valor de $9.600 pesos y entrarán en funcionamiento una vez culminen la totalidad de las obras.
Estos nuevos puntos de cobro, para el alcalde de Tona, Elkin Pérez Suárez, afectarán a los habitantes de los municipios de estas zonas, incluido Bucaramanga.
“Ya tenemos un peaje, el del Picacho a 10 km de Berlín. Somos despensa agropecuaria y transportamos más de 400 toneladas diarias, solo de cebolla, a Bucaramanga y Cúcuta. En cualquiera de los dos trayectos tendremos que pagar un peaje más”, dijo Pérez.
Además, el mandatario expuso que con estos dos nuevos peajes aumentará a cuatro el número de pagos que deberán realizar aquellos que quieran movilizarse de Bucaramanga a Cúcuta.