ATRACAN A CINCO TAXISTAS DE CÚCUTA EN UN DÍA

Ayer miércoles, cinco taxistas fueron atracados en diferentes sectores de Cúcuta. Por fortuna, ninguno resultó herido, más allá del susto y los minutos de zozobra que vivieron.

A las 9:00 de la mañana se conoció el primer caso, reportados en los grupos de Whatsapp de los taxistas y la Red de Apoyo de la Policía, en el barrio Panamericano. Dos hombres, valiéndose de un arma de fuego, despojaron al trabajador de sus pertenencias.

En la noche, se registraron cuatro hurtos más, con arma blanca, uno alrededor de las 7:00 pm en la avenida Rotaria, en la conexión con la Autopista Internacional hacia Villa del Rosario; el otro, en el sector La Cruz de las Canecas del barrio La Pastora, a las 9:00 pm.

El cuarto atraco ocurrió más tarde en Atalaya, hecho en el que al taxista lo amarraron y le quitaron 120.000 pesos, correspondiente al dinero recaudado durante la jornada laboral. Y cerca de la medianoche, de nuevo la avenida Rotaria fue escenario de un hurto a un integrante de las ‘Fuerza Amarilla’.

De acuerdo con Juan Carlos Bastos, presidente del Sindicato de Taxistas de Norte de Santander (Astans), los atracos son el “pan de cada día” de estos conductores, pues en cada jornada se reportan hasta tres casos.

Indicó que otros sitios de recurrentes hurtos son los barrios La Libertad y Bogotá, en Cúcuta; así como Navarro Wolf y Lomitas, en Villa del Rosario.

“El modus operandi es el mismo siempre, los delincuentes se suben a los vehículos solicitando una carrera, desde el Ventura Plaza, Alejandría, Bolívar, el Éxito de San Mateo y otros centro comerciales y de la Fuente Luminosa”, destacó Batos.

El líder de la ‘Fuerza Amarilla’ resaltó que han venido desarrollando un trabajo en conjunto con la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), para prevenir y actuar ante el acecho de los delincuentes y que en la ciudadela Juan Atalaya es en donde más ha habido satisfactorios resultados.

Sin embargo, cree que hace falta más acciones, como operativos sorpresa en las vías, en donde no se le advierta al ladrón que hay un punto de control y que además se hagan requisas a los pasajeros, porque en muchos casos a los usuarios no los revisan.